Juan Martín de Pueyrredón y O'Dogan (Buenos Aires, 18 de diciembre de 1777-id., 13 de marzo de 1850) fue un militar ypolítico argentino que se desempeñó como Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Hijo del comerciante 
bearnés Juan Martín de Pueyrredon
1 y de la Boucherie —nacido en 
Issor, hoy 
Pirineos Atlánticos, 
Francia— y la dama porteña Rita Damasia O'Dogan (hija de un emigrado irlandés
2 y de madre de orígenes criollos),
3 4 no pudo terminar sus estudios y en 
1795 fue enviado a 
Cádiz, 
España, para asumir las responsabilidades del negocio de la familia después de la muerte de su padre. Pasó los años siguientes viajando por Francia y España.
El héroe de Perdriel[editar]
Fue el primer comandante del regimiento de 
Húsares de Buenos Aires, que muy pronto quedó en manos de Rodríguez. A fin de año, el 
cabildo de Buenos Aires lo nombró su representante ante el gobierno de 
Madrid para pedir ayuda, ya que la flota inglesa aún controlaba el río. Sus gestiones no tuvieron éxito.
Al producirse la invasión francesa a España, regresó a Montevideo en enero de 
1809, pero fue arrestado por orden del gobernador 
Francisco Javier de Elío, enemigo del 
virrey Liniers. Logró fugarse y llegó a Buenos Aires, donde intentó convencer a Liniers que no entregara el mando al nuevo virrey, 
Baltasar Hidalgo de Cisneros; sólo consiguió un nuevo arresto. Huyó por segunda vez, y viajó a 
Río de Janeiro, actuando como mensajero del 
partido carlotista, con lo que tampoco logró resultado alguno.
La Revolución de Mayo[editar]
Tomó el mando del Ejército y dirigió la retirada hacia el sur. Al pasar por 
Potosí se llevó toda la plata amonedada y sin acuñar que encontró, salvando los únicos caudales de que disponía el gobierno. En septiembre fue nombrado oficialmente comandante del desmoralizado Ejército del Norte, pero su papel fue deslucido. Fue reemplazado por 
Manuel Belgrano en marzo del año siguiente y regresó a Buenos Aires para ocuparse de asuntos políticos.
Al llegar la noticia de la victoria de Belgrano en la 
Batalla de Tucumán, el Triunvirato fue acusado de debilidad, ya que ésta había sido lograda 
en contra de las órdenes del gobierno. Un golpe de estado dirigido por San Martín y otros jefes militares obligó al cabildo a nombrar un 
Segundo Triunvirato.
Rivadavia y Pueyrredón fueron desterrados. Terminó confinado en 
San Luis, donde se dedicó al comercio y la agricultura. A fines del año siguiente, recibió la visita de San Martín, que lo convenció de la conveniencia de reconquistar 
Chile y desde allí hacer una campaña naval al 
Perú.
El Directorio[editar]

Casa quinta que perteneció a Juan Martín de Pueyrredón ubicada en Acassuso. Actualmente es el Museo Pueyrredón.
 
 
 
Envió al 
Ejército de los Andes todo el armamento y las tropas que pudo, además de algunos oficiales destacados. Por otro lado, realizó campañas de 
corso alrededor del mundo a través de los capitanes 
Hipólito Bouchard y 
Guillermo Brown. Su papel en la recuperación de 
Chile del dominio de la 
corona española fue muy destacado y también lo fue su colaboración en la organización del ejército que independizó al Perú, epicentro del poder 
realista en América del Sur. San Martín le solicitó permanentemente al Director Pueyrredón recursos humanos y materiales para el 
Cruce de los Andes. Una carta fechada en noviembre de 1816 Puyerredón le dijo:
Van los 200 sables de repuesto que me pidió. Van las 200 tiendas de campaña, y no hay más. Va el mundo, va el demonio, va la carne. Y yo no sé cómo me iría con las trampas en que quedo para pagarlo todo, a bien que, en quebranto me voy yo también para que usted me dé algo del charqui que le mando, y ¡carajo! No me vuelva usted a pedir más, si no quiere recibir la noticia de que he amanecido ahorcado en un tirante de la Fortaleza.
Su gobierno interno no tuvo igual brillo que su política a favor de la independencia sudamericana. Entre sus numerosas iniciativas fracasadas estuvieron el avance de las 
fronteras contra el 
indio hacia el sur, la fundación de un banco nacional llamado "Caja Nacional de Fondos" y varios repetidos intentos de coronar a un príncipe europeo como 
rey del 
Río de la Plata. Además creó el Colegio de la Unión del Sud sobre la base del antiguo 
Colegio de San Carlos.
Atacó de todos los modos que pudo a los partidarios del 
federalismo en las 
provincias y no dejó ningún intento de autonomía: él nombró a todos sus gobernadores. Tal era la idea originaria de la Logia Lautaro: la creación de un estado 
constitucional, 
liberal y
unitario. Como no pudo derrotar en campaña al 
caudillo federal de la 
Banda Oriental, 
José Artigas, invitó al gobierno 
portugués a invadir esa provincia a través del embajador
Manuel José García. Estaba dispuesto a perder una provincia a cambio de poder gobernar centralizadamente a las demás. Para asegurarse la unidad de los poderes estatales, ordenó trasladar el Congreso de Tucumán a Buenos Aires y expulsar de su seno a los diputados que se opusieron a esa medida.
Después de la invasión portuguesa, reemplazó al gobernador federal de Córdoba por uno adicto, y envió una serie de invasiones a las provincias federales del litoral: dos campañas contra 
Santa Fe, tres contra 
Entre Ríos y una contra la Banda Oriental. Explicó a Artigas que no podía afrontar los gastos de expulsar a los portugueses porque todos los recursos iban al Ejército de los Andes; pero sí pudo lanzar tantos soldados contra las provincias opositoras, bien habría podido intentar algo contra el avance 
lusitano-
brasileño.
Y aun así, no consiguió doblegar la resistencia federal del litoral. Después de jurar la 
Constitución de 1819, a mediados de ese año, renunció al cargo de Director Supremo.
Últimos años[editar]
En su lugar fue elegido el general 
José Rondeau, que continuó su política. A principios de 
1820, producida la victoria de los caudillos del litoral en la 
Batalla de Cepeda, caían 
el Directorio, el Congreso y la Constitución Nacional. Las autoridades nacionales se disolvieron bajo la 
Anarquía del Año XX. Las provincias se declaraban 
autónomas del poder central. El gobernador de la nueva
provincia de Buenos Aires, 
Manuel de Sarratea, lo hizo arrestar por exigencia de los caudillos federales, para enjuiciarlo por traición a la patria por sus invasiones a las provincias y por el apoyo a la invasión portuguesa. Pero, horas después, el mismo Sarratea lo ayudó a escapar, terminando exiliado en Montevideo, bajo protección portuguesa.
Regresó a Buenos Aires en marzo de 
1821 y dos años después su esposa Calixta Tellechea y Caviedes —hija de uno de los ajusticiados de 1812— le daba su único hijo, el famoso 
pintor e 
ingeniero civil Prilidiano Pueyrredón, nacido en Buenos Aires el 24 de enero de 
1823.
Durante los años siguientes desempeñó sólo un papel de menor importancia en la política. El presidente Rivadavia lo acusó de falsear su declaración de bienes, pero poco después lo nombró miembro de la Comisión Militar encargada de la reforma del ejército. En 
1829 intentó sin éxito mediar entre 
Juan Lavalle y 
Juan Manuel de Rosas. Al iniciarse el segundo gobierno de éste, en 
1835, se exilió en 
Burdeos, en 
Río de Janeiro y en 
París.
Regresó en octubre de 
1849 a San Isidro, y allí murió en marzo del año siguiente. Sus restos mortales descansan en el 
Cementerio de la Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires.